Autor: Fray Rubén Darío Vanegas Montoya
Vibra el alma de afecto patriota
Cuando el páramo eleva su voz
Montañera, serena y humilde,
siempre llena de fuerza y vigor (Bis)
A finales del siglo dieciocho,
Precedido de noble ambición,
Un ilustre y valiente patriarca
Su apellido inmortal te brindo.
Y en la cuna de Guanes retoña
Una raza de bravo tesón
Que a la patria naciente conduce
A librarla del yugo español.
Soplan vientos de oriente a occidente,
Ruge el Fonce cual fiero león
Que mantiene feraces los campos
Refrescando su verde color.
Y a la luz tutelar de María
Campesinos de buen corazón
En su ermita ferviente entonan
una simple y sincera oración.
Tus senderos tallados en piedra
tus viviendas jardines en flor,
representan las duras jornadas
de sudores, de esfuerzos y sol.
Tus cascadas, madeja de seda,
Tus peñascos que infunden temor
Te recuerdan que un día brotaste
De la mente sutil del creador.
Tus mujeres, solaz de esperanza,
Tus ancianos, eterna canción,
Tus varones, volcanes de fuego,
Y tus niños, detalles de amor.
Es el Páramo, tierra sagrada,
Es el páramo, fuerte emoción
Que se aferra con todos sus hijos
A la mano potente de Dios